Una vez en la capital de los vinos alsacianos podrá degustar especialidades y manjares locales, deambular por el pintoresco casco antiguo y dejarse maravillar por su encanto especial. De regreso a casa no deberÃa perder la oportunidad de detenerse en la ciudad medieval de Eguisheim, a los pies de la cordillera de los Vosgos y pasarse por una de sus tradicionales bodegas.